8/7/16

Acerca de la felicidad o cómo la vida transcurre entre un rato y otro.

Reflexionar acerca de la felicidad es tan trillado como inevitable.
Algunos afirman que ya los filósofos clásicos lo dijeron todo y que no hay nada nuevo que pueda descubrirse acerca de ella.
No obstante creo que todo fenómeno es inseparable del momento histórico al que pertenece. Esto tampoco es novedad, también hemos leído a filósofos que hablan sobre la felicidad en la modernidad o en la posmodernidad.
Como sea LA felicidad es un concepto inmenso. Nadie deja de preguntarse ¿soy feliz?¿qué me hace feliz?  ¿podría ser más feliz? La última pregunta es lapidaria. Libros de autoayuda sobran pero cada uno de nosotros tiene la tarea de descubrir qué cosas nos provocan esa sensación de felicidad, que más que un sentimiento la definiría como una emoción. Una emoción efímera, que cuando llega la queremos retener para que dure un poco más. Cierto es que tomamos decisiones en pos de cierta paz mental, estabilidad económica o emocional en busca de una esperada felicidad de base. Pero no hay que confundir tranquilidad ni comodidad con felicidad. Hay un documental llamado "Happy" (sí, muy original el nombre) que dice que luego de haber entrevistado a personas de todo el mundo llegaron a la conclusión de que después de estar cubiertas las necesidades básicas de alimentación y vivienda el dinero no "da" más felicidad. Felicidad es lo que dura una charla con una amiga, felicidad es lo que dura una clase de algo que nos interesa mucho, felicidad puede ser incluso lo que dure un orgasmo. Entonces señores la felicidad se mide en tiempo también. Y supongan que uno en cierto momento de la vida tiene más o menos una idea de qué cosas son las que lo hacen sentir feliz. Y va por ellas, persigue esos momentos, pero lamentablemente no podemos controlarlo todo y muchas cosas no dependen totalmente de nosotros. Uno puede encontrar felicidad en un vínculo con el otro y sin embargo el 100% del tiempo que estamos con esa persona no nos sentimos felices porque oh! pequeño detalle no sería REAL. La vida está compuesta de momentos y no todos pueden ser felices por más que queramos. La mayoría de la gente se ve obligada a trabajar de algo que no le gusta y eso te quita algo así como el 70%/ 80% del tiempo de tu día (considerando el tiempo que permanecés despierto digamos).  Con el comienzo de la vida adulta uno se da cuenta que tiene más libertad e independencia pero al mismo tiempo viene una bola de obligaciones y responsabilidades. Y hay que bancársela. A veces pienso que por qué no puedo tener más seguido o que duren más esos momentos en los que me siento plenamente feliz pero al mismo tiempo me doy cuenta que terminamos valorando más en la vida esos ratos escasos que las situaciones que ya forman parte de la cotidianidad. No somos conscientes de la cantidad de cosas que naturalizamos al punto de no verlas. No prestamos atención a los detalles de la vida diaria como una rica comida o una ducha caliente. Buscar LA gran felicidad nos hace infelices. Disfrutemos de las pequeñas cosas que nos hacen felices y mientras tanto la vida sigue, entre rato y rato.



2/12/11

Metiendo la punta del dedo del pie en el mar...

Hace mucho tiempo que no escribo. Es acaso el hábito de escribir algo que se entrena? cómo un músculo? O es algo que jamás se olvida como andar en bicicleta?


Extraño el hábito de escribir. Pero me cuesta volver al ruedo. No sé cómo empezar. Interrogantes no faltan pero tengo que acomodar mis ideas para poder plasmarlas con coherencia y no mostrarles un delirio sin sentido.


Trebuchet. Esa era mi tipografía favorita.


Recuerdo que antes entraba a un sitio llamado bloglines (o algo así) y desde ahí me enteraba cuando otros blogguers posteaban algo nuevo. Será que desde la llegada de la nueva red social Facebook tener un blog pasó de moda??


Hay alguien ahí?

4/9/10

Vuelvo a las riendas

Veremos cuánto me dura esta vez xD

16/5/10

Estudiando Politícas y Planificación

"Nadie pretende en América Latina democratizar efectivamente los medios de comunicación, asegurar la libre competencia, mejorar la calidad. Todos quieren quedarse con una tajada descomunal del pastel publicitario y compartir cuotas de poder"

Antonio Pasquali (1995)

6/5/10

Curiosidad


Siempre me pregunté qué hacen las panaderías con las tortas que no vendieron durante el día...

4/5/10

Yo no sé si mi psicóloga se murió de risa, de espanto o de sorpresa cuando en medio de la sesión yo empecé a hablar de Bataille y su concepto de gasto improductivo como forma de interpretar una cosa que me había pasado...

Pero que tiene de malo? quiénes sino los filósofos nos pueden ayudar a entender y explicar las dudas existenciales?

P.D: Estoy quemada

5/3/10

Un mundo feliz?

Mi texto se titula al igual que un libro de Huxley porque hay veces que me pongo a pensar si cuando se trata de felicidad todo vale.
Todos nos preguntamos por la felicidad, como si fuera una meta que nunca se llega a alcanzar y por todos lados escuchamos que en realidad consiste en momentos...
Pero a qué costo a veces somos felices? qué cosas no nos permitimos admitir o conocer para poder seguir siéndolo?
Recurro a otra frase trillada, ignorancia es felicidad (apropósito, fue una de las primeras cosas que dije en terapia jaja). Hay miles de cosas en este mundo que si las supiéramos, si las viéramos, si seríamos más concientes de muchas situaciones probablemente seríamos menos felices. Una y otra vez me pregunto hasta qué punto es válida la FALSA felicidad... esa que obtenemos mintiéndonos a nosotros mismos, adornando la realidad y poniéndole un vestido bonito encima.
Antes tenía un blog que se llamaba Nos cuesta creer, y llevaba como lema la frase: Cada uno cree lo que elige creer. Es así, pocas veces tenemos pruebas de las cosas y sólo nos queda una especie de fé o confianza si la quieren llamar y nos aferramos a eso porque necesitamos algo de certeza para tener tranquilidad en nuestras vidas... Y cómo hacemos para confiar en algo o en alguien? por qué? qué pasa cuando dejamos de creer?

Hay situaciones en las que (aunque suene obvio) tenemos que elegir entre creer o no creer, la primera opción nos da felicidad la segunda no. Si apelamos a lo racional y al sentido común todo te dice a gritos que no tenés que creer, pero eso duele mucho, tanto que a veces es más fácil y menos doloroso mentirse a uno mismo y creer... después de todo, quién define qué nos hace felices?

Suena patético lo sé, cobarde tal vez, pero acaso no nos pasa a todos en algún momento? No sé, tal vez esa situación se sostenga sólo momentáneamente o no... who knows