5/3/10

Un mundo feliz?

Mi texto se titula al igual que un libro de Huxley porque hay veces que me pongo a pensar si cuando se trata de felicidad todo vale.
Todos nos preguntamos por la felicidad, como si fuera una meta que nunca se llega a alcanzar y por todos lados escuchamos que en realidad consiste en momentos...
Pero a qué costo a veces somos felices? qué cosas no nos permitimos admitir o conocer para poder seguir siéndolo?
Recurro a otra frase trillada, ignorancia es felicidad (apropósito, fue una de las primeras cosas que dije en terapia jaja). Hay miles de cosas en este mundo que si las supiéramos, si las viéramos, si seríamos más concientes de muchas situaciones probablemente seríamos menos felices. Una y otra vez me pregunto hasta qué punto es válida la FALSA felicidad... esa que obtenemos mintiéndonos a nosotros mismos, adornando la realidad y poniéndole un vestido bonito encima.
Antes tenía un blog que se llamaba Nos cuesta creer, y llevaba como lema la frase: Cada uno cree lo que elige creer. Es así, pocas veces tenemos pruebas de las cosas y sólo nos queda una especie de fé o confianza si la quieren llamar y nos aferramos a eso porque necesitamos algo de certeza para tener tranquilidad en nuestras vidas... Y cómo hacemos para confiar en algo o en alguien? por qué? qué pasa cuando dejamos de creer?

Hay situaciones en las que (aunque suene obvio) tenemos que elegir entre creer o no creer, la primera opción nos da felicidad la segunda no. Si apelamos a lo racional y al sentido común todo te dice a gritos que no tenés que creer, pero eso duele mucho, tanto que a veces es más fácil y menos doloroso mentirse a uno mismo y creer... después de todo, quién define qué nos hace felices?

Suena patético lo sé, cobarde tal vez, pero acaso no nos pasa a todos en algún momento? No sé, tal vez esa situación se sostenga sólo momentáneamente o no... who knows